Su privilegiada situación lo convierte en una parada ideal para el viajero que además podrá disfrutar en su entorno y a menos de 100 metros del establecimiento, de tres de los emblemas de la villa de Caldas de Reis: la fuente de aguas termales, Fonte da Burga; la iglesia parroquial de Santo Tomás, de estilo neogótico; y el puente medieval sobre el río Bermaña.